jueves, 3 de diciembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 94 AÑO 2008


Hace unos años conocí a un joven empresario que había tenido mucho éxito en los negocios. Era una persona tremendamente activa. Aunque costaba una barbaridad llegar a tener un rato de conversación con él, un día finalmente lo conseguí. Le pregunté cómo había prosperado tanto. Me contó que en su primer año de universidad su padre le había facilitado un pequeño capital con el que fundó una empresa en sociedad con un amigo de la infancia. Les fue tan bien que él, ni corto ni perezoso, estudió a marchas forzadas con miras a graduarse un año antes y dedicarse plenamente a su negocio. Fue primero de su promoción (me contó que él se destaca en todo lo que hace). Para cuando lo conocí, diez años después, había amasado una fortuna mayor de la que reúne mucha gente en toda una vida. Sin embargo, a pesar de su buena estrella, todavía se mataba trabajando en jornadas de 10 a 12 horas. Por si fuera poco, llevaba una vida social bien agitada. Luego de observar su ritmo de vida durante varias semanas —y de notar el inevitable desgaste que le significaba—, le pregunté cuándo se dejaba un espacio para reflexionar. La pregunta lo desarmó; nunca se la había planteado.No hace falta vivir a toda máquina, como hace mi amigo, para que se nos olviden esos preciosos momentos de reflexión en que ahondamos en lo profundo de la vida. El mundo moderno nos atiborra de distracciones para que no tengamos un solo momento de pausa. No obstante, cuando llenamos las horas con cuestiones intrascendentes, nos perdemos lo esencial, lo superior.Dios nos creó con hambre y sed de la verdad, de felicidad y de paz interior. Hay en nosotros un vacío que pide a gritos amor y comprensión y que Dios dispuso que sólo pudiera llenarse con Su presencia, un espacio interior en el que desea ardientemente habitar. Pero no le damos cabida a menos que nos soseguemos y nos recojamos un rato.¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a reflexionar? Si te falta práctica o no sabes por dónde empezar, los consejos que ofrece este número de Conéctate te vendrán de perlas.GabrielEn nombre de Conéctate

No hay comentarios:

Publicar un comentario