martes, 1 de diciembre de 2009

Amor que todo lo perdona




El sobrenatural, milagroso e infinito amor de Dios todo lo perdona. La misericordia de Dios no tiene límites. Se extiende desde la eternidad y hasta la eternidad. Su amor, misericordia, perdón y salvación jamás se agotan. Nunca deja de amarnos, sea lo que sea que hagamos. Jamás nos rechaza ni nos priva de Su amor. Siempre tiene esperanza en nosotros por mucho que nos descarriemos (Salmo 103:3-14). Cualquiera que sea la gravedad de nuestros defectos, faltas y fechorías, la sangre de Jesús cubre todos nuestros pecados, todo lo habido y por haber. Si nos apartamos de ellos y nos volvemos al Señor, nuestro Dios es amplio en perdonar (Isaías?55:7). La Biblia dice: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar» (1 Juan 1:9). No importa qué hayamos hecho. Nuestro Dios es tan magnánimo que perdona no sólo nuestros errores, sino también nuestros pecados. Siempre lo ha hecho, siempre lo hace y nunca dejará de hacerlo. Pase lo que pase, Su amor y misericordia manan como un torrente inagotable.

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