domingo, 29 de noviembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 87 AÑO 2007


Ya es tradición en mi familia cantar a todo pulmón en Navidad un villancico que descubrí hace años en la empolvada colección de discos de una amiga. Reza la letra: «¡Resuenen los instrumentos, alégrese el mundo, que Jesús nació!» Esas palabras de júbilo encarnan el espíritu de estas fechas. Una noche, más de dos mil años atrás, en los montes cercanos a Belén de Judea, un ángel anunció a un grupo de pastores alarmados: «Os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo» (Lucas 2:10). Esa bien podría ser la declaración más trascendental de la Historia desde que Dios dijo; «Haya luz» (Génesis 1:3, BJ). Me asisten dos razones poderosas para decir esto. Primero, que las buenas nuevas son en realidad la noticia más alentadora de que se puede tener conocimiento. Al enviar a Jesús, Dios nos allanó el camino de regreso a Él. Segundo, que se trata de una proclamación universal del único Ser realmente dotado de autoridad universal. Dios es Padre de todos nosotros; de ahí que cuando envió a un ángel con nuevas para «todo el pueblo», no se refería sólo a todos los cristianos, ni a toda la gente buena, ni a ningún otro grupo selecto. Eran para todas las personas, por muy malas, por muy jóvenes, por muy viejas o muy distintas que fueran, incluso por muy alejadas de Él que estuvieran. El mensajero celestial fue claro: la noticia era para «todo el pueblo». Seas quien seas, estés donde estés, la noticia es también para ti. Dios viene a nuestro encuentro cada día y seguirá haciéndolo una vez pasada la Navidad. Sin embargo, no hay momento más oportuno para abrirle tu corazón y sentir Su amor y Su alegría que el presente. ¡Todo el personal de Conéctate te desea una maravillosa Navidad en compañía de tus seres queridos!Gabriel, en nombre de Conéctate

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