jueves, 26 de noviembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 78 AÑO 2007


«La ciencia resucita a Dios». El titular me llamó inmediatamente la atención. Me acababa de embarcar en mi búsqueda de datos sobre el tema que abordaríamos este mes en la revista —la pugna entre el evolucionismo y la teoría del diseño inteligente— cuando me topé con un artículo de Jim Holt publicado por primera vez en el Wall Street Journal hace cerca de diez años*. «Se alteraron los papeles —pensé—. Desde mis tiempos escolares he oído decir que la ciencia enterraría a Dios. ¿Cómo es posible que ahora…?» Al sumergirme en el artículo, Holt me puso al día del debate: «Durante el siglo xix el espíritu racionalista dio lugar a que Nietzsche declarara la muerte de Dios. A comienzos del siglo xx el escepticismo en torno a todo lo basado en la fe era ya moneda corriente entre la intelectualidad y los científicos. No obstante, aunque puede decirse que los avances de la ciencia del siglo xix erosionaron la fe en Dios, los más recientes hallazgos del siglo xx han tenido justamente el efecto contrario. Los argumentos que tradicionalmente se esgrimían a favor de la existencia de Dios y que muchos consideraban decimonónicos han cobrado nuevo ímpetu». Desde entonces, bebiendo de otras fuentes, me he informado más sobre el tema y me ha sorprendido gratamente cuántos científicos célebres han llegado a la conclusión de que el universo no pudo haberse originado por procesos evolutivos, sino que es obra de un artífice, de un hacedor inteligente. Me impresiona además lo numerosos, variados y sensatos que son los argumentos esgrimidos por estos ilustres científicos en favor de la tesis del diseño inteligente. A casi todos se les presentó en el colegio el evolucionismo como un hecho indiscutible; pero posteriormente sus investigaciones y razonamientos lógicos los llevaron a adoptar una postura distinta. Cosmólogos y astrónomos, físicos y filósofos de la ciencia, biólogos y bioquímicos, todos han detectado las huellas digitales de Dios en Su creación. Espero que sus conclusiones, algunas de las cuales presentamos en este número de la revista, te estimulen tanto como me estimularon a mí.Gabriel, en nombre de Conéctate

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