lunes, 16 de noviembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 32 AÑO 2003


Me imagino que a todos alguna vez nos ha llegado a las manos una lectura con la que nos identificamos estrechamente. Algo así me sucedió cuando compilaba los textos para el número de Conéctate de este mes, el cual me propuse que fuera un homenaje a las madres. Ian Bach dijo de su madre lo que yo bien podría afirmar de la mía. Lo interesante es que muchos probablemente dirían algo por el estilo, y con muy buenos motivos. Al fin y al cabo, si bien madre hay una sola y es uno de los dones universales de Dios, habiendo mil o dos mil millones de madres hoy en día en el mundo, por algún arte misterioso el Forjador de todo se las ingenia para darnos a cada uno la madre precisa. ¡Gracias, Ian! La mejor madre del mundo Ian Bach Si te llamara la mejor madre, me acusarían de parcial: «¡Qué fresco el tipo ese! ¡Piensa que ella merece un honor tan excepcional!» Tras numerosas diligencias tengo pruebas fehacientes y empíricas por las que atestiguo (y no por fanatismo) que eres una madre excelentísima. Con ternura criaste a tus hijos, las plantas de tu bello jardín. Crecieron las simientes amables y prudentes, abonadas por tu amor sin fin. Ropa, alimentos y educación nos diste, como era tu costumbre, y al mismo tiempo libertad y aliento para alcanzar impensadas cumbres. Podría exponer mayores datos, mas se me agotan tiempo y papel. El caso es que reitero que te llevas el premio ¡porque has sido la madre más fiel!

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