miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿No sería fantástico…


…que todos siguiéramos los preceptos de Jesús, que dijo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»? (Mateo 22:39). Lamentablemente, cuando uno no trata con mucho amor a los demás, se acarrea dificultades. Y es lógico. Se dice que todos los males del mundo actual son causados por la falta de amor de los hombres para con Dios y sus semejantes. El sencillo amor a Dios y al prójimo sigue siendo la solución divina aun en una sociedad tan compleja y confusa como la actual. Amar a Dios nos capacita para amarnos unos a otros. Hasta nos lleva a respetarnos como criaturas Suyas. Y si seguimos Sus normas de vida y libertad, todos pueden estar bien y alcanzar la felicidad en Él. Pide, pues, a Dios que te ayude a amar a tu prójimo con el amor que Él te comunica. Y recuerda que el prójimo es cualquiera que se cruce en tu camino y necesite tu ayuda, sin consideración a su raza, credo, color o nacionalidad.

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