sábado, 28 de noviembre de 2009

Dios obra milagros con facilidad


Normalmente, lo que rebasa nuestro entendimiento lo consideramos sobrenatural o milagroso; pero para Dios no lo es, pues Él obra en el plano espiritual, donde a Él todo le resulta natural. Es como decir que nada hay imposible para Dios (Lucas 1:37). Lo que pasa es que muchas cosas que Dios hace nos resultan incomprensibles y están por encima de lo que conside­ramos natural. Por eso, cuando ocurren, nos parecen sobrenaturales. Pero para Dios no hay imposibles; a Sus ojos nada es sobrenatural. Dios puede invalidar las leyes Suyas que nosotros consideramos naturales. Cuando alguien, por ejemplo, se repone de una enfermedad incurable, decimos que se trata de un milagro, porque vemos la prueba o manifestación de unas leyes de Dios que vinculan el plano espiritual con el físico, leyes que desconocemos totalmente. En cambio, para Él es sencillo. Sabe deshacer el daño causado por la dolencia y producir lo que para nosotros es un milagro, es decir, un acto sobrenatural que trasciende nuestra capacidad. Dios siempre está dispuesto a obrar milagros a favor nuestro, milagros de curación, de provisión, de protección… Él puede obrar milagros de cualquier índole conforme a nuestra necesidad. Basta con que se lo pidamos con fe e invoquemos las promesas de Su Palabra. Nosotros no podemos obrar milagros; lo único que podemos hacer es orar para que Él los produzca y maravillarnos de Su poder cuando los ejecuta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario