domingo, 19 de diciembre de 2010

«¿Qué te daré, Maestro?»


Cuando llega la Navidad, ya estoy reflexionando sobre el año que pasó, sobre lo que hice y sobre lo que me propuse hacer o debí haber hecho y no hice.
También me pongo a pensar en cuáles serán mis metas para el siguiente año, en cómo puedo aspirar a más y hacer más. Y es entonces cuando me viene a la memoria la letra de una antigua canción:

¿Qué te daré, Maestro,
a Ti que moriste por mí?
¡Cómo no voy a ofrecerte lo mejor que tengo
después que Tú lo diste todo por mí!

Jesús es el Maestro, y la Navidad es Su cumpleaños. Al poner el mensaje de la canción en ese contexto y pensar en el año que está a punto de comenzar, la pregunta se vuelve: ¿Qué objetivo para el año nuevo podemos ofrecerle a Jesús en Su cumpleaños?
Él dijo que todo lo que hagamos por ayudar a alguien que padece necesidad, en esencia se lo estamos haciendo a Él1.
Dar a los pobres es hacerle una ofrenda a Jesús. Consolar a una persona quebrantada es también prestar un servicio a Jesús. Tratar a la gente con amor y comprensión, o perdonarla, es hacerle un regalo a Jesús. Ayudar a alguien a solucionar sus problemas y responder a sus interrogantes sobre la vida es otra ofrenda que podemos hacerle a Jesús. Comunicar la buena nueva de la salvación en Jesús es otro regalo que podemos hacerle. Hay infinitas maneras de retribuirle lo que nos ha dado.
Démosle lo mejor que tenemos. Amemos a los demás por Él.
1. Mateo 25:40

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