Toma mis palabras de alabanza y gozo, y deja que su ofrenda de gratitud te llene el corazón. Lo eres todo: mi día y mi noche; mi mañana, mediodía y tarde; mi alimento y mi agua; mi fuerza y mi vida. Aunque mis palabras son sencillas e insuficientes, llegan a Ti, mi Dios grande y poderoso. Te ruego que las aceptes en prenda de mi gratitud por todo lo que has hecho y has sido para mí.
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