sábado, 19 de junio de 2010

¡AHORA TIENES A TU FAVOR TODAS LAS PROMESAS DE LA BIBLIA ENTERA!




Dios, en Su Palabra, ha hecho promesas. Cuando ores, lleva contigo esas promesas para recordárselas. Cuando le recuerdas a Dios Su Palabra, demuestras que tienes fe en ella. Es una firme declaración de tu fe y de tu conocimiento de la Palabra, y eso agrada a Dios.

¡La fe es un tipo de fuerza extractora! Es algo parecido a tener una cuenta bancaria: el dinero está allí, el Padre lo ha depositado a nombre tuyo, en el banco del Cielo; pero nunca conseguirás ese dinero...¡a no ser que estés dispuesto a ir al banco, firmar el cheque por fe y retirarlo! - Has de seguir las instrucciones y obedecer tanto si has depositado tu fe en una cosa como en la otra. Si es en el Señor, entonces citas y reclamas Escrituras, tal como lo hizo Jesús. Te afianzas en la Palabra. - Debes depositar constantemente tu fe en la Biblia, en la Palabra, en que es una promesa. ¡Es así como nace la fe!

El nunca deja de cumplir ninguna de todas Sus grandes promesas... siempre que nosotros cumplamos las condiciones, obedezcamos y seamos fieles. "El Cielo y la tierra pasarán; ¡pero la Palabra de Dios no pasará!" - ¡Aunque el mundo entero falle, la Palabra de Dios nunca fallará! - ¡La Palabra de Dios permanece para siempre!

¿Cuánto reclamas tú las promesas?

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