jueves, 18 de febrero de 2010

Enemigos del éxito


Últimamente parece que los asesores personales y los gurúes del mundo empresarial arman sus estrategias en torno a un pequeño consejo emitido en el siglo vi a.C. por el general chino Sun Tzu en su tratado El arte de la guerra: «Conoce a tu enemigo». Mientras no reconozcamos y comprendamos las actitudes y situaciones que obstaculizan nuestro camino hacia el éxito no sabremos dar los pasos necesarios para superarlas.
Falta de un objetivo claro. Según el empresario y consultor Joseph Ansanelli, «lo que suele llevar al fracaso es la ausencia de unos cuantos objetivos fundamentales bien determinados».
«Si no sabes a dónde vas, terminarás en otra parte.» Yogi Berra
Falta de un plan. Está muy bien armar castillos en el aire, pero no se cristalizarán sin un plan realista que indique paso por paso cómo edificarlos. Hoy en día contamos con estaciones espaciales, pero no aparecieron de la nada.
«El que no elabora planes, labra su fracaso.» Anónimo
Falta de concentración. Varios elementos contribuyen a la falta de concentración, entre ellos la escasa motivación, un ambiente inadecuado de trabajo o las distracciones por asuntos de menor prioridad. Identifica las interferencias y determina cómo neutralizar eficazmente cada una de ellas.
«Una razón por la que pocos alcanzamos lo que realmente deseamos es que nunca dirigimos nuestra atención hacia un objetivo concreto, nunca concentramos nuestras energías. La mayoría de la gente se pasa la vida trabajando superficialmente.» Anthony Robbins
Pereza. Puedes dar con una idea genial y hasta con un plan fantástico para llevarla a efecto; pero si te falta dedicación o no estás dispuesto a trabajar con empeño, la idea y el plan están destinados a fracasar.
«Algunas personas sueñan con el éxito, mientras que otras se despiertan y se esfuerzan por alcanzarlo.» Anónimo
Rigidez. Pocas cosas socavan más la iniciativa y el progreso que apegarse a la forma en que siempre se ha trabajado.
«Una mentalidad cerril no solo rechaza las ideas ajenas, sino también la posibilidad de concebir uno mismo ideas nuevas. Se cierra a cualquier innovación o concepto que cuestione el statu quo. En cambio, si abrimos las puertas, aunque inicialmente no sea más que un poquito, las ideas que llevan tiempo aguardando pacientemente entrarán a raudales.» David Straker y Graham Rawlinson
Falta de entusiasmo. Si una idea es comparable a una chispa, el entusiasmo es el viento que la aviva y la transforma en una llamarada capaz de resistir las lluvias de la adversidad.
«El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.» Winston Churchill
Aceptación de la derrota. En muchas ocasiones la batalla se pierde en la mente, antes siquiera de entrar en acción. Si esperas una derrota, ya estás derrotado; si albergas esperanzas de vencer, te concedes una oportunidad de lograrlo; si cuentas con ganar, tus posibilidades aumentan exponencialmente. Hasta la situación más imposible puede superarse si se aborda positivamente, a modo de reto.
«Diríase que en gran medida el éxito es cuestión de persistir después que otros han abandonado.» William Feather
Autocomplacencia. El mayor peligro suele presentarse cuando las cosas marchan bien y no hay presión: en esas circunstancias la tendencia natural es a no esforzarse tanto. El envión podrá arrastrarte durante un tiempo, pero irás perdiendo impulso; y si no reaccionas, a la larga todo se paralizará.
«De confiar a confiarse hay apenas un paso. Si se gana un primer partido contra un equipo, lo peor que se puede hacer es engañarse pensando que el segundo será más fácil.» Dave McGinnis
Exceso de confianza. La liebre y la tortuga, el gigante Goliat y el joven David, el Titanic… Ya me entiendes.
«Antes de lanzarte a una acción intrépida, asegúrate de que podrías sobrevivir a una derrota.» Larry Kersten
Falta de decisión. Las personas más capaces, con la mejor idea del mundo y todo el apoyo económico necesario, no llegarán a ninguna parte a menos que se decidan a actuar.
«Hay un millón de formas de perder un día de trabajo, pero ni una sola de recuperarlo.» Tom de Marco y Timothy Lister
Falta de unidad. Las iniciativas conjuntas rara vez se concretan sin cierto grado de consenso y compatibilidad. Hay que esforzarse, pues, por lograr ese espíritu de equipo. Así las ideas e intereses contrarios que puedan surgir no serán obstáculos, sino peldaños en el camino del éxito.
«Un buen debate y una diferencia legítima de opinión no tienen por qué atentar contra la unidad. Son el proceso vital por el que se formulan políticas.» Herbert Hoover
Claudicación moral. Algunos se adhieren al credo de que «todo vale en el amor, la guerra, los negocios y la vida». Sin embargo, lo que da resultado no siempre es moralmente correcto. Las victorias obtenidas por medios deshonestos suelen ser intrascendentes y poco duraderas, y generalmente acarrean consecuencias que invalidan cualquier éxito que se haya obtenido. «Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7).
«El éxito es más permanente cuando se alcanza sin hacer añicos los propios principios.» Walter Cronkite
Incapacidad de aprender de los propios errores. En muchos casos el triunfo lo obtiene quien más aprende de sus errores.
«La verdadera prueba no consiste en eludir el fracaso. Eso es imposible. Lo que importa es no dejar que el fracaso nos endurezca o avergüence de tal manera que caigamos en la inacción, sino más bien aprender de él y optar por perseverar.» Barack Obama

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