lunes, 4 de enero de 2010

Tu potencial


Siendo realista, ¿qué crees que puedes llegar a ser o lograr? Tu respuesta dependerá en parte de cómo definas la palabra realista. Nadie sabe mejor que Dios de qué somos capaces. Para Él, ser realista significa tener en cuenta nuestro potencial. Él está al corriente de cuáles son nuestras limitaciones. «Conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo» 1. Pero también mira nuestro corazón y ve continuamente lo que podemos llegar a ser. Espera que pongamos de nuestra parte, pero tampoco nos pide que seamos perfectos. Sabe que nunca lo lograremos. Lo más sensato que podemos hacer es darnos cuenta de que es una tontería pretender o fingir ser perfectos. Tenemos que esforzarnos, sí; pero no se trata de alcanzar la perfección. Eso es lo hermoso de los designios divinos. Si hemos aceptado a Jesús como nuestro Salvador, Él vive en nosotros. Y si somos conscientes de nuestra incapacidad e imperfección, de que en realidad no somos nada sin Él 2, Él puede manifestarse en nosotros y ser nuestro todo. «Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros» 3. Su fortaleza se perfecciona en nuestra debilidad 4. A Dios le encanta obrar de formas asombrosas y extraordinarias por medio de personas muy insospechadas e imperfectas, y en situaciones de lo más inverosímiles, para mostrarnos lo que es capaz de hacer. No tiene nada que ver con lo buenos o capaces que seamos como personas. Es todo por obra de Dios, Su bondad y Su poder. Con Él, cualquier cosa es posible. Sabe que a pesar de nuestro pasado y de nuestras debilidades o defectos presentes, podemos cambiar. Él puede hacer de nosotros mejores personas. Debemos aprender a vernos con fe, desde la óptica de lo que podemos llegar a ser y lo que Jesús puede llegar a ser en nosotros una vez que el poder de Dios nos transforme. No te preocupes, pues, si no eres perfecto. ¡Qué más da! Al fin y al cabo, ¿quién lo es? Todavía puedes tener éxito en la vida si te abres al Espíritu de Dios y dejas que obre en ti. Su Espíritu limará las asperezas y compensará tus defectos e imperfecciones. A Dios no le hace falta que seamos perfectos para obrar Sus maravillas. Démosle una oportunidad, dejemos de fijarnos en nuestras flaquezas. Confiemos en que si ponemos de nuestra parte y le exigimos que se atenga a las promesas que nos ha hecho en Su Palabra, Él nos ayudará a desarrollar todo nuestro potencial.
Peter Amsterdam y su esposa, María Fontaine, son los directores administrativos y espirituales de La Familia Internacional.

1. Salmo 103:14 2. Juan 15:5 3. 2 Corintios 4:7 4. 2 Corintios 12:9

No hay comentarios:

Publicar un comentario