martes, 1 de diciembre de 2009

Te comprendo




Yo comprendo las pruebas a que es sometido el corazón del hombre, la profunda desesperación y el intenso desaliento que a veces lo invade. Comprendo la enorme pena que siente al despedirse de un ser querido, pues Yo tuve que separarme de Mi Padre para ir a la Tierra, y luego dejar a los que tanto quería en la Tierra para retornar a Mi Padre. Sé además cuánto duele que te traicionen, pues alguien con quien había trabado amistad me traicionó con un beso. También comprendo el miedo de encarar lo que se avecina. Por eso dije: «Padre, pasa de Mí esta copa». Comprendo lo que es ser ridiculizado, pues fui objeto de burlas e insultos. Comprendo lo que es padecer dolor, pues sentí un dolor espantoso cuando los clavos me atravesaron las manos y los pies. Comprendo lo que es sentirse abandonado, pues vi cómo me abandonaban los discípulos a quienes amaba, a pesar de que ellos también me amaban a Mí. Por un momento pensé que hasta Mi Padre me había desamparado. Aunque Mi Padre no dejó que pasara de Mí aquella copa... aunque me traicionó una persona a la que había amado... aunque vi a Mis amigos apartarse de Mí en la hora de Mi angustia... aunque me golpearon y escupieron... aunque los clavos me atravesaron las manos y los pies... aunque tuve la sensación de que Mi Padre me abandonaba... aunque sufrí una muerte atroz... aunque parecía estar totalmente derrotado... todo ello dio lugar a una gran victoria y una magnífica salvación, una grandiosa resurrección que alteró el curso de la Historia y toda la eternidad.Di la vida para salvarte, pero sufrí todo eso para comprenderte mejor.

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