domingo, 1 de noviembre de 2009

RESENTIMIENTO O RENCOR (Una vida mas feliz)

Definición: Resentimiento es un disgusto o una pena causados por algo que se considera una falta de afecto o una desconsideración. Rencor es un sentimiento de enojo o de aversión por algo pasado, que puede convertirse en odio, antipatía o deseo de venganza. Una persona resentida puede mostrarse despiadada o implacable. El resentimiento a veces viene a consecuencia de algo difícil de aceptar.
1. La Palabra de Dios nos advierte contra los peligros del resentimiento y el rencor.
· Proverbios 18:19 [Cuando guardamos rencor a alguien, levantamos un muro difícil de derribar que nos aísla de los demás.] El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
· Hechos 8:22-23 [El resentimiento es un pecado del que debemos arrepentirnos.] Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
· Colosenses 3:19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
· Hebreos 12:15 [Debemos evitar guardar rencor, porque hasta una pequeña raíz de resentimiento puede hacer mucho daño a nosotros y a los demás.] Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. [V. también Deuteronomio 29:18.]
· Santiago 3:14 Si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad.
2. No guardemos rencor; alberguemos más bien amor, amabilidad y perdón.
· Levítico 19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo el Señor.
· Proverbios 17:9 [Con amor se puede superar el resentimiento. Sin embargo, tengamos cuidado para no abrir viejas heridas en los demás. Lo mejor es perdonar y olvidar.] El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al [buen] amigo. [V. también Proverbios 10:12.]
· Mateo 6:14-15 Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
· Mateo 18:23-35 [En la parábola de los dos deudores, Jesús dejó claro que, si nos negamos a perdonar sinceramente a los hermanos, sabiendo que Él ha tenido misericordia de nosotros y nos perdonó nuestros pecados, pagaremos las consecuencias.] 35 Así también Mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
· Romanos 2:1-6 [Un espíritu crítico, farisaico e hipócrita puede llevarnos a guardar rencor. Aunque pensemos que tenemos buenos motivos para albergar esos sentimientos, al final Dios nos juzgará también a nosotros.] Eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de Su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que Su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira [es decir, nos acarreamos un castigo terrible] para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.
· Efesios 4:31,32 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
· 1 Pedro 4:8 [Aunque alguien nos haya perjudicado o tratado mal, el amor de Dios perdona a los que nos agraviaron.] Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
3. Si interiormente abrigamos resentimiento, a la larga se manifestará por nuestra boca y expresaremos quejas.
· Job 6:2-3 [Job se queja a sus amigos:] ¡Oh, que pesasen justamente mi queja y mi tormento, y se alzasen igualmente en balanza! 3 Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por eso mis palabras han sido precipitadas. [V. también Job 7:11.]
· Job 10:1 [Job añadió:] Está mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablaré con amargura de mi alma. [V. también Job 16:6-16.]
· Job 23:1-4 [Job se preciaba de ser bueno: ello lo llevó a resentirse contra Dios, por creerse más justo que Él.] Respondió Job, y dijo: 2 Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido. 3 ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta Su silla. 4 Expondría mi causa delante de Él, y llenaría mi boca de argumentos.
· Mateo 12:34b De la abundancia del corazón habla la boca. [V. también Mateo 15:11,18,19.]
· Romanos 3:14 Su boca está llena de maldición y de amargura.
4. El Señor y Su amor pueden librarnos del pecado del rencor. Veamos a continuación ejemplos de tres personas que superaron el resentimiento y de una que no lo hizo:
· Génesis 45:3-15 [Si alguna vez alguien tuvo motivos para estar resentido, esa persona fue José. Sus hermanos lo despreciaron. En un acto brutal lo vendieron como esclavo y mintieron a su padre al decirle que lo había matado un animal. Pasó un tiempo en la cárcel por habérsele acusado injustamente de violación. Allí permaneció dos años más, porque el jefe de los coperos olvidó su promesa de ponerlo en libertad. Pese a todo ello, José se reconcilió con sus hermanos:] Dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. 4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. […] 10 Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. 11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. […] 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.
· 1 Samuel 1:10,15,17-18 [Ana, futura madre de Samuel, era provocada cada año por Penina, segunda esposa de su marido Elcana. Penina tenía hijos y procuraba que Ana se sintiera mal por no tenerlos. Luego de años de humillación y menosprecio, Ana se resintió, no comía bien y llegó a pensar que, en cierta medida, el Señor no la bendecía. Cuando rogó con toda el alma y confesó abiertamente su pena tanto al Señor como al sacerdote Elí, obtuvo una gran victoria. Primero obró por fe y luego el Señor la bendijo.] Ella con amargura de alma oró al Señor, y lloró abundantemente. […] 15 [Elí, al ver sollozar a Ana, pensó que estaba ebria:] Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante del Señor. […] [Ella explicó que acababa de pedir a Dios que le diera un hijo.] 17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. 18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste. [Con fe, Ana dejó el resentimiento y encomendó su situación al Señor. Luego volvió con su familia, ya sin el agobio de la tristeza y pudo comer bien. Más tarde Dios la bendijo, no sólo dándole a Samuel, sino también tres hijos y dos hijas más.]
· Isaías 38:10-17 [El rey Ezequías se resintió al sufrir una enfermedad que estuvo a punto de costarle la vida. En sus peores momentos, pensó que el Señor se lo llevaría. Sin embargo, suplicó a Dios con lágrimas y a la larga Él lo curó y lo sacó adelante victorioso.] Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años. 11 Dije: No veré al Señor, al Señor en la tierra de los vivientes; ya no veré más hombre con los moradores del mundo. 12 Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor corté mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche. 13 Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos; de la mañana a la noche me acabarás. 14 Como la grulla y como la golondrina me quejaba; gemía como la paloma; alzaba en alto mis ojos. Señor, violencia padezco; fortaléceme. 15 ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma. 16 Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; [luego Ezequías empieza a manifestar fe con sus palabras:] pues Tú me restablecerás, y harás que viva. 17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a Ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras Tus espaldas todos mis pecados.
· 2 Samuel 13:22,28-29 [Absalón, hijo del rey David, tenía una hermana llamada Tamar que fue violada por su medio hermano Amnón. Durante dos años fue aumentando el rencor de Absalón hacia Amnón hasta que terminó por asesinarlo.] Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana. […] 28 Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes. 29 Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montaron cada uno en su mula, y huyeron.
5. El rencor tiene sus raíces en la ira y en una actitud implacable que se niega a perdonar. Los siguientes versículos presentan soluciones y formas de evitar el rencor.
· Proverbios 27:7 [Si estamos deseosos de que el Señor nos enseñe Sus caminos, pensaremos que no hay mal que por bien no venga, incluso en el caso de las experiencias amargas.] El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce.
· Mateo 5:23-24 Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
· Marcos 11:25 Cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los Cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
· Romanos 8:28 [El resentimiento también puede ser una reacción a algo que resulta difícil de aceptar. Así pues, es importante recordar que el Señor tiene un buen propósito en todo lo que permite que nos suceda.] Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados.
· Romanos 12:2 [Con frecuencia, la Palabra de Dios enseña que debemos renovar nuestro entendimiento. Para ello es necesario olvidar lo pasado, en particular los agravios y rencores.] No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. [V. también Efesios 4:23.]
· Efesios 4:26b,27 [Irnos enojados a la cama da lugar a que el Diablo actúe.] No se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al Diablo.
· Filipenses 3:13,14 [El resentimiento también puede resultar de guardar enojo contra alguien o por algo que sucedió. El Señor, sin embargo, nos exhorta a olvidarnos del pasado.] Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
· Colosenses 3:13 Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

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