domingo, 1 de noviembre de 2009

PROMESAS (Una vida mas feliz)

Definición: Promesa es una obligación que alguien se impone a sí mismo de hacer algo.
1. Jesús nos enseña con Su ejemplo a cumplir nuestras promesas.
· 1 Reyes 8:56b No ha fallado ninguna palabra de todas Sus promesas que expresó por Moisés Su siervo. [V. también 2 Reyes 10:10.]
· Hechos 13:32,33a Nosotros también os anunciamos el Evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, 33a la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos.
· 2 Corintios 1:20a Todas las promesas de Dios son en Él Sí, y en Él Amén.
· 2 Pedro 3:9a El Señor no retarda Su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros.
2. Así como el Señor cumple lo que nos promete, espera que nosotros cumplamos lo que le prometemos.
· Números 30:2 Cuando alguno hiciere voto al Señor, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
· Deuteronomio 23:21,23 Cuando haces voto al Señor tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará el Señor tu Dios de ti, y sería pecado en ti. 23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás conforme lo prometiste al Señor tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
· Eclesiastés 5:4,5 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
3. No cumplir lo prometido a otros equivale a defraudar a Dios.
· Mateo 25:45b En cuanto no lo hicisteis a uno de estos [Mis hermanos] más pequeños, tampoco a Mí lo hicisteis.
· Efesios 6:5-7 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; 7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres. [V. también Colosenses 3:22b.]
4. La diligencia en cumplir lo prometido refleja nuestro carácter.
· Proverbios 22:1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.
· Lucas 16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
· Hechos 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
5. Una vez hecha una promesa hay que cumplirla, aunque perjudique o cueste más de lo se pensó.
· 1 Samuel 1:11,27,28a Hizo [Ana] voto, diciendo: Señor de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a Tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré al Señor todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. 27 Por este niño oraba, y el Señor me dio lo que le pedí. 28a Yo, pues, lo dedico también al Señor; todos los días que viva.
· Salmo 15:1,4b Señor, ¿quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu monte santo? […] 4b El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia.
· Proverbios 20:25 Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración, y después de hacerlo, reflexionar. [Dudar de la decisión tomada].
· Eclesiastés 5:5,6a Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 6a No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel que fue ignorancia.
· Jonás 2:9a Con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí.
6. Cumplir lo prometido es muestra de amor.
· Zacarías 8:16,17 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. 17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice el Señor.
· Mateo 7:12 Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
· Romanos 13:8-10 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. […] 10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
7. Debemos fijarnos bien en lo que prometemos, no sea que no podamos cumplirlo.
· Mateo 5:33,36,37 Habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. […] 36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
· Santiago 4:14,15 No sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 […] Deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
· Santiago 5:12 Sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el Cielo, ni por la Tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.
8. En la Biblia se encuentran pasajes aleccionadores que ejemplifican promesas apresuradas hechas sin oración, de las que luego se arrepintieron los que las hicieron.
· Génesis 25:30-34 Dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
· Jueces 11:30,31,34,35 Jefté hizo voto al Señor, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, 31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será del Señor, y lo ofreceré en holocausto. […] 34 Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. 35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra al Señor, y no podré retractarme. [Por lo que se desprende del texto, da la impresión de que Jefté cumplió lo prometido. Sin embargo, algunos exegetas creen que lo que significa el versículo es que su hija se quedó soltera y virgen, dedicada al servicio del Señor por el resto de su vida.]
· Mateo 14:6-9 Cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. 8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9 Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen.
· Hechos 21:23-27 [El apóstol Pablo hizo concesiones a los que practicaban la circuncisión y fue al templo para participar en votos o rituales judíos. Hablan los partidarios de la circuncisión] Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. 24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. 25 Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. 26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos. 27 Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano.
9. Por otro lado, tampoco hay que adoptar una actitud terca y farisaica empeñándose en cumplir lo prometido, si Dios indica que se debe hacer otra cosa.
· Génesis 22:2-18 [Aunque Abraham accedió a sacrificar a su hijo y se mostró dispuesto a ello para obedecer a Dios, prestó atención al ángel cuando este le dijo que desistiera:] Dijo [Dios]: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré. […] 9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel del Señor le dio voces desde el Cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
· 1 Samuel 14:24-30,43-45 [Jonatán se opuso abiertamente al juramento irreflexivo del rey Saúl, y fue librado del castigo del rey por el pueblo:] Saúl había juramentado al pueblo [a sus soldados, que se encontraban en medio de una batalla], diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan. 25 […] Había miel en la superficie del campo. 26 […] La miel corría; pero no hubo quien hiciera llegar su mano a su boca, porque el pueblo temía el juramento. 27 Pero Jonatán [que acababa de volver de una incursión temeraria] no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos. 28 Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha hecho jurar solemnemente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que tome hoy alimento. Y el pueblo desfallecía. 29 Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país. Ved ahora cómo han sido aclarados mis ojos, por haber gustado un poco de esta miel. 30 ¿Cuánto más si el pueblo hubiera comido libremente hoy del botín tomado de sus enemigos? ¿No se habría hecho ahora mayor estrago entre los filisteos? […] 43 [Posteriormente, cuando Saúl se enteró de la falta cometida por Jonatán, lo encaró:] Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo que has hecho. Y Jonatán se lo declaró y dijo: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que traía en mi mano; ¿y he de morir? 44 Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. 45 Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive el Señor, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios. Así el pueblo libró de morir a Jonatán.
· Juan 13:8-9 [Luego de ser amonestado, el apóstol Pedro se desdijo de una promesa hecha irreflexivamente:] Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
· Hechos 20:22; 21:4,10-14 [Con actitud rebelde, el apóstol Pablo cumplió su promesa de ir a Jerusalén, a pesar de las revelaciones y los consejos en que se le advertía que desistiera de tal viaje. La consecuencia de tal decisión fue su captura y, a la larga, su muerte en Roma:] Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 21:4 Y hallados los discípulos [en Tiro], nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén. 10 Y permaneciendo nosotros allí [en Cesarea] algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, 11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.

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