miércoles, 4 de noviembre de 2009

Porque te amo…


Veo cada una de tus lágrimas. Oigo el menor de tus clamores. Percibo cada una de tus decepciones, cada preocupación, cada inquietud, cada deseo. Lo sé todo sobre ti: conozco cada una de tus aspiraciones y tus necesidades. Veo tu corazón y cuanto albergas en él, y siento un profundo amor por ti. Anhelo estrecharte en Mis brazos. Ansío acariciarte y borrar a besos tus heridas y pesares. Sólo tienes que permitírmelo. Deseo consolarte, aliviarte, verter el suave bálsamo de Mi amor sobre cada uno de tus sinsabores, quebrantos, preocupaciones, temores, lágrimas y contrariedades. Anhelo ahuyentar toda nube de confusión, aplacar tus nervios y disolver tus amarguras. Quiero que tus más hondos anhelos se realicen espléndidamente y te proporcionen verdadera satisfacción. ¡Quiero darte el sol, la luna y las estrellas, los éxtasis del Cielo y un amor que nunca morirá! Anhelo sacarte airoso de toda experiencia sombría, de toda niebla densa que te envuelva. Por grande que sea la confusión o el desespero acumulado en tu interior, aspiro a disolverlo, porque te amo.

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