martes, 17 de noviembre de 2009

¡Pon a Dios a prueba! ¡Demuestra que existe!


Muchas personas que afirman no creer en Dios en el fondo no son ateas. A lo mejor es que simplemente no han llegado a una conclusión definitiva, porque no han tenido ocasión de conocer la verdad. Pero por mucho que necesiten respuestas que zanjen sus dudas e interrogantes para poder convencerse, si son sinceras y realmente desean hallar esas respuestas, si de veras quieren conocer a Dios, Él se las revelará. Aunque no creas en Dios, ni en la Biblia, ni en nada, puedes poner a Dios en un tubo de ensayo y demostrar Su existencia. Y ese tubo eres tú mismo. Pon a Dios dentro de ti y fíjate qué pasa. Ora sinceramente diciéndole: «Dios, si existe un Dios en alguna parte, quiero verlo. Manifiéstate». Y Él lo hará. Por medio de esa prueba admites la posibilidad de que exista y por lo tanto le das una oportunidad. Hay en ti una chispita, una semilla de fe como un grano de mostaza que comienza a germinar. Pues bien, Dios honrará esa fe permitiéndote ver, sentir y conocer la prueba. Aunque Dios no siempre responde nuestras oraciones de inmediato ni como lo esperamos, tarde o temprano de algún modo lo hace. A Dios le encanta la fe. Nos ama porque creemos lo que nos dice. Una vez que empieces a manifestar fe en Él, te demostrará Su existencia de muchas maneras, mediante oraciones respondidas y milagros, incluso con la transformación de tu propia vida. D.B.B.

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