domingo, 29 de noviembre de 2009

Encrucijadas


El viajero que llega a una encrucijada se ve en una magnífica situación, ya que se le presentan varias alternativas. Puede seguir adelante, dar media vuelta e irse por donde vino, o cambiar de dirección, ya a la izquierda, ya a la derecha. Sin embargo, no siempre se ven con beneplácito las encrucijadas, pues obligan a tomar decisiones, un proceso que a veces genera cierta incomodidad. Sobre todo en el caso de decisiones trascendentales, a nadie le agrada la ardua tarea de reflexionar y orar por el asunto, ni la profunda introspección que eso exige. Yo me sirvo de las encrucijadas de la vida para ayudar a ciertas personas a afrontar los errores que han cometido o los derroteros equivocados que han tomado y darles ocasión de enmendarse. Para otras personas, que no necesariamente se han descaminado, las encrucijadas son una oportunidad de tomar un nuevo rumbo que les proporcione mayor felicidad y que a la larga las lleve más lejos. Para otras, son la ocasión ideal para confirmar que van bien, de manera que puedan seguir adelante con renovado vigor y convicción. En cualquier caso, la persona que llega a una encrucijada tiene que verla como una oportunidad, pues si me pregunta en qué dirección debe ir, Yo se lo indicaré.No puedes fallar en tanto que acudas a Mí y accedas a recorrer el camino que Yo te señale. Tal vez se trata de algo que nunca has hecho. O quizá sea algo que te asusta. O puede que sea lo mismo que llevas años haciendo. Si consideras que ahora mismo no tienes lo necesario para andar por el camino que Yo te indico que tomes, cualquiera que sea, Yo te dotaré de lo que te haga falta para el trayecto. Si das un paso en la dirección en que te conduzco, te daré lo que necesites. Si requiere más fe, te la concederé. Si te hace falta más valor, te lo infundiré. Si exige más amor, te lo inspiraré. Si demanda más fortaleza o perseverancia, te dispensaré esas virtudes. Paso a paso, en la medida en que me sigas, te iré dando lo que te haga falta. Sea lo que sea que necesites para el viaje, te lo concederé.Por eso, en lugar de atemorizarte cuando llegues a una encrucijada, ilusiónate, sabiendo que estoy a tu lado para instruirte, guiarte y ayudarte. Conozco tu corazón y sé dónde vas a sentir más felicidad y satisfacción. Si no sabes dónde se encuentra ese sitio, pídeme que te indique la dirección y comienza a caminar. Siempre estoy contigo, dondequiera que estés, hagas lo que hagas. Estoy a tu lado a cada paso. A medida que vayas aprendiendo a escuchar en tu mente Mi voz que te indica el camino, irás avanzando. Te amo, y nunca te defraudaré.

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