jueves, 12 de noviembre de 2009

El pueblo de las alabanzas


¡Quisiera que Mi pueblo fuera conocido por sus alabanzas! ¡Quisiera que todos tuvieran constantemente una palabra o una canción de alabanza en el corazón y en los labios! En Mi reino se alaba. La alabanza se opone a los caminos del mundo. El Diablo sujeta a sus hijos a esclavitud por medio del temor, la ansiedad, las contiendas, el resentimiento y la murmuración. Mas Yo anhelo conducir a Mis hijos a la libertad por medio de la alabanza y la acción de gracias. Cuando alabas, puedo envolverte en Mi Espíritu. Eso te ayuda a rechazar las dudas, temores y preocupaciones con que el Maligno te ataca mentalmente. La alabanza otorga gran fortaleza, porque hace que tus pensamientos permanezcan en Mí. Las palabras de alabanza que brotan de tu corazón y de tus labios son el gozo de Mi vida. Dirígemelas en todo momento. Nunca dejes de expresar por vergüenza, timidez o temor la gratitud que sientes hacia Mí por Mi amor. Me encantan todas tus palabras. Digas lo que digas, te comprendo. Aunque te parezca que se quedan cortas, las comprendo. Cada expresión de alabanza y de gratitud me apasiona y me satisface.

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