martes, 10 de noviembre de 2009

Captar para reflejar


Eres comparable a un cristal que no sólo refleja luz, sino también calidez de espíritu, calidez para comprender, para consolar, la calidez del amor. Así y todo, debes recordar que los cristales no tienen luz ni calidez propias; se limitan a reflejar la que reciben. No es posible difundir el amor, la comprensión y el consuelo de Dios sin estar empapado de Mí. El verdadero calor de Dios, el verdadero consuelo de Dios, Su comprensión y Su amor, provienen de permanecer en Mí, en Mis Palabras, y dejar que ellas y Yo permanezcamos en ti. Debes llenarte hasta rebosar para que Mi Espíritu se vierta a raudales por medio de ti. ¿Cómo puedes hacer eso? Amándome, acudiendo a Mí, embebiéndote de Mis Palabras, Mi Espíritu y Mi amor, creyendo, entregándote y poniendo en práctica lo que te indico que hagas. Ven a Mí y aprende a reposar en Mis brazos, a comulgar conmigo, a llenarte de Mí, para que puedas entregarte a otros en su momento de necesidad. Preciado cristal Mío, ven y absorbe Mi luz y Mi calor, para que luego emanen de ti hacia los demás.

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