viernes, 30 de octubre de 2009

¡El poder de la musica! (1º de Samuel 16:14-23)

Corrían por Jerusalén rumores de que el rey estaba en muy mal estado de salud mental. Sentado en su trono, Saúl se pasaba la mayor parte del tiempo silencioso y meditabundo. Para todos los que le veían, estaba claro que una profunda depresión se había adueñado de su mente ofuscándola. Poco antes, Saúl había dirigido victoriosamente en batalla los ejércitos de Israel contra sus enemigos, los amalecitas. Pero ahora se sentía derrotado, porque había desobedecido el mandato divino de "matar a todo el pueblo" y lo que pertenecía a los amalecitas, tomándose la libertad de salvar la vida de Agag su rey y lo mejor de sus ovejas, el ganado vacuno y otros animales. (1º de Samuel 15:1-9) Cuando Samuel, el profeta de Dios, descubrió la descarada desobediencia de Saúl, le transmitió un mensaje del Señor que presagiaba su caída: "¡Como desechaste la Palabra del Señor, el Señor te ha desechado a ti para que no seas rey de Israel! ¡El Señor te ha quitado hoy el reino y se lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú!" (1º de Samuel 15:11-29) Después de que Saúl oyó tan espantoso mensaje, la Biblia dice: "El Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo." (1º de Samuel 16:14) Su depresión y melancolía eran tan profundas que los siervos que atendían al rey estaban cada vez más alarmados por su estado de salud mental. Después de reunirse a ver qué hacían, escogieron a Jabez, copero de Saúl, para que le propusiera al rey una solución con la que esperaban librar a su señor de su depresión y desesperación. Jabez entró lentamente en la sala del trono, que estaba profusamente decorada. "Mi señor", dijo dirigiéndose respetuosamente al rey. -¿Qué quieres?, -le preguntó amenazadora y bruscamente Saúl. -¿Por qué me molestas? ¿No ves que quiero que me dejen tranquilo? -Señor, -explicó Jabez, -puedes estar seguro de que tu humilde siervo, y todos tus demás siervos, somos leales y entregados a tu servicio. ¡Lejos esté de nosotros desagradarte! Pero hemos visto que el rey está atribulado por un espíritu malo y queríamos ofrecerle nuestra ayuda..." -¿Cómo te atreves a hablarle a tu rey de esas cosas?, -exclamó Saúl furioso mientras se levantaba para echar mano de su lanza. -¡Ten piedad, mi señor!, -exclamó Jabez, postrándose de rodillas tembloroso. -¡Tus siervos sólo deseaban pedirte que nos dieras la orden de buscar a un hombre que sepa tocar el arpa con maestría! ¡Porque cuando suene el arpa, el espíritu malo se apartará de ti y sentirás alivio!" Comprendiendo que la intención de su copero no había sido insultarle, sino simplemente ayudar, Saúl se dejó caer cansadamente en su trono, meditando en lo que le acababa de decir Jabez. "Hum", se dijo, "¿quién sabe? He oído decir que los malos espíritus se van cuando se toca música al Señor. Quizá valga la pena intentar." -¡De acuerdo, Jabez, ve a buscar a un músico que toque bien y tráemelo! Otro de los criados de Saúl, se aventuró a decir: "Señor, el año pasado, cuando visité a mi madre en Belén, conocí a un muchacho llamado David, hijo de Isaí, y le oí tocar el arpa cantando al Señor mientras cuidaba los rebaños de su padre. Tocaba y cantaba de maravilla, y estoy seguro de que el Señor está con él." Con la esperanza de que tal vez la música de aquel humilde pastor le fuera de alguna ayuda, Saúl se apresuró a enviar mensajeros a Belén para que le pidieran a Isaí: "¡Envíame a tu hijo David, que está con las ovejas!" Isaí obedeció sin vacilar, porque para él era un gran honor que uno de sus hijos sirviera en la corte del rey. Desde el primer momento, David le cayó en gracia a Saúl, que ordenó a su copero: "¡Trae al muchacho a la cámara real para que toque para mí!" Jabez le explicó brevemente a David antes de llevarlo con Saúl la razón por la que lo habían mandado llamar a la corte del rey. Cuando se enteró de lo que le pasaba a Saúl, David se dijo: "¿Quién soy yo para tocar ante el rey de Israel?" "Vamos", le dijo Jabez, "el rey te espera. Te acompañaré a su presencia y te indicaré dónde te debes sentar." Cuando entraron en la tenuemente iluminada sala del trono, David oró fervientemente en silencio pidiéndole al Señor que le ayudara e hiciera su voluntad. Saúl no saludó a David, sino que se quedó mirándolo fijamente en silencio. Incómodo y sin saber a ciencia cierta qué hacer, David miró a Jabez, que le hizo señas para que empezara a tocar. Tomando el arpa, David cerró los ojos y se puso a tañer sus cuerdas, imaginando que estaba en una tranquila ladera guardando los rebaños de su padre. La sala no tardó en resonar con las notas tranquilizadoras y melódicas de la música de David, que hacía de acompañamiento mientras cantaba: "El Señor es mi Pastor, nada me falta. En lugares de delicados pastos me hace descansar." (Salmo 23) Mientras el rey escuchaba atentamente a aquel humilde músico de Belén, comenzó a emocionarse y marcar el ritmo de la música con los pies. De pronto, el rey Saúl se dio cuenta de que sentía algo que no había sentido en lo que le parecía una eternidad: ¡paz! ¡Paz interior y en su corazón! ¡Y comprendió que el espíritu malo se había ido de él! Dice la Biblia: "Y cuando el espíritu malo venía sobre Saúl, David tomaba su arpa y tocaba. ¡Y Saúl tenía alivio y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él!" (1º de Samuel 16:23)
* * * ¡Qué relato tan asombroso! ¡Qué demostración del poder espiritual de la música inspirada! La música inspirada por el Espíritu de Dios comunica el Espíritu de Dios. Y el Diablo la detesta y no la soporta, como demuestra el caso de Saúl. El espíritu malo huía de Saúl en cuanto prestaba atención y escuchaba a David, el músico inspirado por Dios, tocando y cantando la música del Señor! Pero desgraciadamente, del mismo modo que la música buena inspirada por el Señor comunica el Espíritu de Dios, la música mala, la del Diablo, comunica el espíritu de Satanás! Por eso tanta de la "música" moderna actual, una buena parte de la cual es poco más que ruido, como por ejemplo el rock duro, el "heavy metal", el "punk rock", etc., que produce un efecto totalmente horrendo e infernal en los oyentes. ¡Escuchar semejante contaminación auditiva es como invitar a los propios demonios del infierno, y a menos que se la combata y resista, no se puede evitar su influencia espiritual negativa! Los mismos médicos y psicólogos han observado con preocupación lo que llaman el "efecto psicológico adverso" que una buena parte de la música moderna actual está ejerciendo en los jóvenes, sobre todo los que van con frecuencia a discotecas y actuaciones de rock y se machacan los tímpanos con audífonos a todo volumen! Little Richard, que en otros tiempos llegó a ganar entre 10 y 40.000 dólares por hora como figura del rock, confesó después de convertirse a Jesús y abandonar su música diabólica: "¡El rock and roll embota los sentidos hipnotizando el cerebro!" Reconocidos psicólogos y médicos han observado y notado que el rock duro produce ataques epilépticos en personas susceptibles, hace que las plantas se marchiten y se mueran en las casas cuando están constantemente dentro de su radio de acción, asusta y ahuyenta a los pájaros y ha producido una grave disminución de la capacidad auditiva en una alarmante cantidad de jóvenes! Cada vez hay más casos de asesinatos y suicidios perpetrados por "fans" y seguidores rabiosos de diversos conjuntos de rock, cuyas infernales canciones promueven abiertamente la brujería, el satanismo, el ocultismo, el culto al Diablo y una gran cantidad de otras prácticas demoniacas contrarias a Dios! En su libro "El hombre y todo su mundo", Gary Nole cuenta que en la Universidad de Pittsburgh se realizó un experimento para estudiar el efecto de la música rock en el sistema nervioso de los conejillos de Indias: "Durante dos semanas, veinte conejillos de Indias fueron sometidos a una música rock que sonaba continuamente a 80 decibelios, que es el volumen al que la suelen escuchar muchos jóvenes adolescentes. Los resultados fueron sobrecogedores: los animales experimentaron cambios señalados en su comportamiento; hubo casos de canibalismo y homosexualidad. ¡Algunos se volvieron estériles, y otros sufrieron ataques al corazón!" ¡Con razón que tantos pobres jóvenes que se han dejado arrastrar por el ruido satánico, bestial, salvaje y violento de la actualidad que llaman "rock" se han vuelto locos! La Biblia dice: "¡Dios no es autor de confusión, sino de paz!" (1a a los Corintios 14:33) ¡Pero eso tan confuso y violento que llaman música y que está descarriando a la juventud es de todo menos pacífico! ¡Es pura confusión, obra del autor de la confusión en persona, Satanás! ¡Por eso es tan importante que escuches música buena! ¡Si has recibido a Jesús y eres hijo de Dios, abandona los horrores infernales y gritos de demonios que se encuentran en gran cantidad de los ruidos horrendos tan populares en la actualidad! ¡El ritmo selvático africano palpitante de una buena parte de la música actual es suficiente para sacarte todo de la cabeza, hasta a ti mismo, abriéndole la puerta de par en par a los malos espíritus y los demonios! ¡Así como la música buena de Dios que tocaba David ahuyentaba el espíritu malo de Saúl, la música del Diablo invoca espíritus malos para que atormenten y hasta lleguen a poseer a los que la escuchan! ¡Ojo! La Biblia nos advierte que no seamos como el perro que vuelve a su vómito o la puerca lavada que vuelve a revolcarse en el cieno" (2a de Pedro 2:22). Así sucede con el hijo de Dios que ha encontrado a Jesús y la vida tan maravillosa que ofrece pero que vuelve a la basura de este mundo y la vida impía que vivía antes de conocer al Señor. Si verdaderamente has "nacido de nuevo" y eres una "nueva criatura en Cristo", no querrás traer contigo a tu nueva vida en Jesús ninguna de las algarrobas sucias y vanas de la pocilga, ¿verdad? ¡Y si estás acostumbrado a sumergirte en los ruidos satánicos del condenado dominio del Diablo, por el amor de Dios y por el bien de tu alma, deshazte de la basura y déjala atrás! ¡Si todavía te atrae y te gusta escuchar esa clase de contaminación espiritual, tienes que orar pidiéndole al Señor que transforme tu apetito, y empezar a escuchar algo más sano y saludable! ¡Prueba nuestras hermosas, alegres e inspiradas cintas de música de la Familia! ¡Es música que te inspirará a hacer la voluntad de Dios y a amar a Dios y a sus hijos! ¡Pero la música del Diablo te da ganas de hacer la voluntad de Satanás y de amar a Satanás y los hijos del Diablo! No es eso lo que quieres, ¿verdad? "¡Escoged hoy a quién serviréis!" (Josué 24:15) "¡Cantad al Señor cántico nuevo, porque ha hecho maravillas! ¡Me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, y puso mis pies sobre peña (¡la Roca, Jesús!)! ¡Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios!" ¿Amén? (Salmo 98:1; 40:2,3) ¡Escucha música agradable que glorifique a Dios! ¡No la del Diablo! ¿Lo harás?

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