viernes, 18 de febrero de 2011

REVISTA CONECTATE 124 -Febrero de 2011: Fortaleza, Descanso en el Señor


Hace poco participé en un seminario de coaching. Entre muchas otras actividades, los asistentes realizamos un estimulante ejercicio llamado la rueda de la vida. Muchos de ustedes probablemente lo habrán hecho alguna vez. Es una representación gráfica de cómo califica uno las distintas facetas de su vida. Aparece una rueda con varios sectores, como los pedazos en que se parte una torta, que representan los distintos aspectos de la vida de uno: trabajo, amor, ocio, familia, amigos, espiritualidad, crecimiento personal, etc. Uno luego debe asignar un puntaje del 0 a 10 a cada una de esas facetas. Para ello colorea el área correspondiente hasta el nivel en que considera que se encuentra en ese momento. Se aprecia entonces claramente en qué aspectos está uno carente y en cuáles exhibe buen nivel.Lo ideal es que todas las partes de la rueda estén parejas y bien llenas. Si una está más baja o desinflada, es lógico que haya problemas. No se avanza por la carretera de la vida con la ligereza deseable. Muchas veces andamos muy bien en la parte profesional o de trabajo —vamos como bólidos—, pero descuidamos la familia o la espiritualidad.Es saludable tener bien inflada la rueda y esmerarnos en lograr simetría y equilibrio entre los distintos aspectos de nuestra vida. Si dedicamos mucho tiempo y esfuerzos a uno de ellos en desmedro de los otros, se pierde esa estabilidad y armonía. Si la parte que descuidamos es la del crecimiento interior, nos atrofiamos en nuestro desarrollo emocional y espiritual, y nuestro vehículo —léase nuestro cuerpo y alma— no circula bien por la vida.De ahí la importancia de revisar de cuando en cuando nuestro neumático para ver qué partes están bajas. Para eso tenemos un inmejorable aliado: Dios, que es un mecánico y asesor de primera en el rally de la vida. Con gusto nos indica qué aspectos hemos postergado o desatendido, y qué podemos hacer para potenciarlos y transitar mejor por los ásperos caminos de este mundo.Tu felicidad y tu salud integral son importantes para Dios. Eres creación Suya, y te ama entrañablemente. Sin embargo, aún no ha terminado de formarte. En este número encontrarás consejos para hallar ese sano equilibrio y potenciar tu crecimiento integral.
Gabriel,En nombre de Conéctate

No hay comentarios:

Publicar un comentario