martes, 1 de junio de 2010

¡Es imposible ser demasiado malo para Jesús!



¿Se equivocó Dios cuando dejó que David se enamorara de Betsabé? ¿Cayó en realidad David, o fue ésta una caída hacia arriba? A veces, con Dios, para subir hay que bajar; de hecho, ¡la mayoría de las veces! ¡De las presiones y retorcimientos de la vida de David brotaron la dulce miel de los Salmos y la fragancia de sus alabanzas al Señor por Su Misericordia! - ¡Sus fracasos, pecados y defectos humanos dieron oportunidad a Dios de recibir toda la Gloria!

Aunque el pecado del rey David fue grande, grandes fueron también su arrepentimiento, su humillación y su quebrantamiento; por lo tanto, también hubo para él un gran perdón, ¡y una exaltación final muy superior a su anterior gloria! - Debido a que amaba al Señor y conocía su condición y obtuvo misericordia, Dios se lo contó por justicia y fue limpio de corazón.- Como se le perdonó tanto, tuvo mayor amor por el Señor. - "Aquél a quien se le perdona mucho, mucho ama." David pecó mucho, pero Dios lo llamó varón conforme a Su corazón, ¡de los que le gustan a Dios!

¡Los tremendos malos ejemplos de Dios dan esperanzas a los que se sienten perdidos y desahuciados! Como por ejemplo el rey David de la antigüedad; cuántas veces nos hemos aferrado esperanzadamente a él, diciendo: "Si Dios pudo perdonarle a él, ¡sin duda puede perdonarme a mí!"

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