domingo, 6 de diciembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 109 AÑO 2009


Hay una canción que siempre toca en mí una cuerda sensible. No es muy conocida por estos rincones, pues se compuso en inglés. Es de Glen Campbell y se titula Let Me Be a Little Kinder. Parece una oración, aunque en ningún momento menciona a Dios. La letra cautiva por su sencillez y porque expresa de una forma atractiva, sin dogmatismos, grandes verdades sobre los valores humanos y los factores que contribuyen al éxito en la vida. Voy a aventurar una traducción libre:
Que sea un poco más amable, un poco más ciego a las faltas ajenas, que elogie un poco más.
Que cuando esté agotado sea un poco más risueño, piense un poco más en los demás y un poco menos en mí.
Que sea un poco más valiente si la tentación me hace flaquear, que me esfuerce un poco más por ser todo lo que debo ser.
Que sea un poco más bondadoso con el hermano más débil, piense un poco más en el prójimo y un poco menos en mí.
Que cuando esté agotado sea un poco más risueño, que sirva un poco mejor a aquellos por los que me esfuerzo.
Que sea un poco más bondadoso con el hermano más débil, piense un poco más en el prójimo y un poco menos en mí.
Esta canción presenta la esencia del cristianismo auténtico: amar a Dios y al prójimo. Y no olvidemos que esa capacidad de amar es un don de Dios al que todos podemos acceder. Basta con una sencilla oración como la expresada en ese tema musical.
Gabriel En nombre de Conéctate.

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