domingo, 29 de noviembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 88 AÑO 2008


Otro año ha quedado atrás; por delante se nos abre uno sugestivamente nuevo, rico en posibilidades. Nos asalta entonces la pregunta: ¿Cómo hacemos para sacarle el mayor provecho? Según Jack LaLanne —pionero del acondicionamiento físico— es cuestión de fijarse metas realistas y comprometerse a cumplirlas. Aludiendo a un propósito que con harta frecuencia muchos nos hacemos a principios de año —el de recuperar el estado físico—, LaLanne declaró en una entrevista concedida a la agencia AP en el 2002: «El común de la gente empieza con muy buen ánimo, pero se impone metas inalcanzables. Hace ejercicio dos o tres días y dice: “Esto es muy difícil”. Entonces se rinde. Mantenerse en forma es un estilo de vida. No es algo que se practica por dos semanas o por cuatro meses para bajar 10 kilos de peso. Es una conducta que, una vez adquirida, se sigue de por vida, como peinarse». LaLanne además tiene autoridad para decir lo que dice. A sus 93 años conserva un estado físico envidiable, hace gimnasia todos los días, mantiene una apretada agenda de apariciones en público y aparenta unos 20 ó 30 años menos.Fijarnos metas realistas y cambiar nuestro estilo de vida son naturalmente principios que se aplican a casi todos los propósitos que nos podríamos hacer en año nuevo. Debemos preguntarnos entonces: «¿Es realista esta meta? ¿Vale la pena que por ella modifique mi estilo de vida?» Si la respuesta a ambas preguntas es positiva, el siguiente paso es ver de qué manera incorporar el cambio a las tareas y actividades que realizamos diaria o semanalmente. De ahí, conviene comprobar una vez más que los propósitos sean realistas. ¿Qué actividades o intereses habrá que sacrificar a fin de dar cabida a lo nuevo? ¿Tenemos la voluntad para efectuar ese sacrificio? Si la respuesta es nuevamente positiva, no queda otra cosa que persistir en nuestro empeño hasta transformarlo en un hábito. Si se ha decidido con acierto, al poco tiempo los beneficios del cambio habrán compensado el sacrificio inicial.Y claro, huelga decir que no hay mejor fórmula para asegurar el éxito que incluir a Dios paso a paso en el proceso: pedirle que nos indique qué cambios y qué innovaciones nos resultarán más provechosos, y que nos dé las fuerzas, la paciencia, la determinación y cualquier otra virtud que nos haga falta para salir airosos ese día. Él no nos defraudará.Gabriel, en nombre de Conéctate

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