sábado, 14 de noviembre de 2009

REVISTA CONÉCTATE 4 CURSO BASICO


Es curioso pensar que nuestros medios modernos de comunicación habrían sido completamente incomprensibles para una persona que vivió apenas unas generaciones atrás. Sin embargo, levantamos el auricular y hablamos por teléfono con un interlocutor que está a miles de kilómetros de distancia sin pensarlo dos veces. O enviamos por correo electrónico una carta a un colega que se encuentra del otro lado del planeta y confiamos en que le llegará en cuestión de minutos. Para quienes nunca lo han intentado, el concepto de comunicarse con Jesús por medio de la oración es probablemente tan inconcebible como serían para nuestros antepasados el teléfono o la Internet, pese a que el recurso de la oración es tan sencillo y práctico como levantar el auricular de un aparato telefónico y llamar a nuestro mejor amigo, con la diferencia de que nunca te dará señal de ocupado ni te responderá un contestador automático. Además, despreocúpate, que ¡no hay tarifas de larga distancia! En el presente número de Conéctate incluimos algunos artículos estupendos sobre la oración, nuestra línea directa al Cielo y canal de comunicación con el Señor. Dicho sea de paso, nos encantaría orar por ti o por algún ser querido tuyo si es que lo necesitas. Cuéntanos por qué quieres que recemos y te acompañaremos elevando tu pedido al Señor. Jesús prometió: «Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la Tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por Mi Padre que está en los Cielos» (Mateo 18:19). Hasta la próxima. Que Dios te bendiga y te guarde, a ti y a los tuyos. Gabriel Sarmiento En nombre de Conéctate

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