sábado, 14 de noviembre de 2009

Las ruedas del progreso


La vida se compone de ciclos. Hay épocas en que todo va bien y otras en que al parecer todo marcha mal. Quiero que aprendas a aferrarte a Mí en cada ciclo. Cuando te veas cara a cara con un nuevo obstáculo o dificultad, no te desanimes, ni dudes de que juntos tú y Yo lograremos superarlo. Claro que lo lograremos; pero eso no quita que tendrás que pasar por la fase baja o negativa del ciclo. Los problemas te obligan a ejercitar tu fe, pues tienes que hacerles frente. Eso te lleva a la siguiente fase del ciclo. Acudes a Mí en busca de ayuda, combates, triunfas y haces progresos. Es como una rueda que va girando: la parte de arriba baja, y la de abajo sube. Así se genera el movimiento hacia adelante. Cada vez que te enfrentas a una nueva prueba, debes volver a combatir. Aceptas el reto, me pides auxilio y una vez más vences y haces progresos. A mayores pruebas, mayores victorias. Ahora bien, si en algún momento no acudes a Mí para que te dé la solución, no aceptas la invitación a luchar o no peleas la batalla hasta vencer, el ciclo se interrumpe. Te quedas en la parte baja y dejas de avanzar. No vas a ningún lado. Por tanto, no asocies los bajones de la vida con derrotas, sino con oportunidades de avanzar. Ya sé que es difícil pasar por esos ciclos, pero debes hacerlo para seguir avanzando. No cejes, pues. ¡Sigue adelante!

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