sábado, 31 de octubre de 2009

Compartir el amor de Dios con los demás


El corazón de los hombres es el mismo en todo el mundo, sea cual sea su nacionalidad, su origen, su raza y su credo. Sus angustias, pesares, pecados, dolores y temor a la muerte son los mismos. Sus anhelos, amores y necesidad de Dios y Su verdad, de alegría, felicidad y paz interior, han sido concebidos por el propio Dios y son iguales en todos los hombres del planeta. Aunque muchos ansían auténtico amor, en contadas ocasiones lo encuentran, y a veces nunca. Lamentablemente son muy pocas las personas de fe dispuestas a manifestar el amor de Dios. Como dijo Jesús: «La mies [quienes necesitan el amor de Dios] es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a Su mies» (Mateo 9:37-38). ¿Responderás a Su llamado a la mies? ¿Darás a la gente ocasión de conocer íntimamente a Jesús y obtener un pasaje gratuito para el Cielo? Testificación es un término que emplean muchos cristianos para calificar el acto de hablar a los demás de Jesús y explicarles el plan de salvación trazado por Dios. Al igual que los niños se hacen adultos y engendran sus propios hijos, un hijo de Dios nacido de nuevo debe madurar a fin de engendrar hijos espirituales, es decir, otras almas salvadas para el reino de Dios. Esa es la labor más importante y satisfactoria que puede haber en el mundo: ayudar a los demás a hallar el amor y la salvación divinas a través de Jesús (v. Marcos 16:15). Puedes empezar conversando con tus amigos y familiares sobre la transformación que se ha operado en ti desde que pediste a Jesús que entrase en tu corazón y comenzaste a leer Su Palabra. Anímalos a aceptar también a Jesús y ayúdalos a descubrir las maravillosas verdades de Su Palabra. Y no olvides dar buen ejemplo del amor de Dios mostrándote comprensivo, amoroso y generoso con los demás, tanto con los conocidos como con los desconocidos. Dios te bendecirá, te inspirará y te recompensará grandemente por animarte a compartir Su amor con los demás y orientarlos para que descubran una nueva vida plena de dicha con Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario